martes, 29 de diciembre de 2009

¿Vos realmente crees que la gente puede cambiar por amor?

lunes, 28 de diciembre de 2009

Carta al año nuevo

Señor Año Nuevo,

Con esta humilde carta le doy la bienvenida a mi vida y a la del resto del mundo. Le prometo mantener mi optimismo día tras día en sus doce meses, como he hecho en (casi) todos los días de los años anteriores.

Le pido que me ayude a desaparecer del mundo o que me descongestione la cabeza que ya no sabe qué pensar. Al corazón vamos a tratar de ayudarlo entre los dos. Últimamente cree tan pocas cosas que no me creyó cuando le avisé que ya casi casi llegaba usted. Va a necesitar muchos de sus días y de sus meses para entender qué es lo que está pasando.

Muchas gracias por el espacio concedido, sea bienvenido y póngase las pilas para regalar un poco de alegría, que nunca está de más.

Cordialmente,

Amy.

Pd. Ojito con repetir los errores del 2009. Para tropezar dos veces con la misma piedra, alcanza y sobra conmigo misma.

Carta al año viejo

Señor Año Viejo,

Le agradezco mucho por lo compartido hasta el momento. Fue testigo del mayor logro de mi vida y de uno de mis más hermosos sueños. Muchas gracias. Le agradezco también los pequeños detalles que ha tenido para conmigo durante estos doce meses, en especial la ayuda de los amigos y de la familia cuando usted se lavó las manos. No, no, no es un reproche. Sí le reprocho, sin embargo, haberme complicado tanto la cabeza y el corazón. Sepa que no le voy a perdonar las lágrimas de los últimos meses y el corazón agrietado con el que tengo que recibir a su sucesor.

Cordialmente,

Amy.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Joyeux Noël

Hace muchos años dije algo en un blog, y hoy lo repito: "El champagne produce burbujitas en la cabeza".


... y lo mejor de la Navidad, es mi familia.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Querido Santa Claus

Papá Noél,

Quiero una brújula.
A veces necesito saber en dónde estoy parada.
Y, en especial, hacia dónde voy.

Muchas gracias, con cariño navideño.

Amy.

martes, 22 de diciembre de 2009

Corre, dijo la tortuga

Y a veces corrés, corrés, corrés sin saber siquiera dónde querés llegar.
O si estás huyendo de algo.
Y te preguntas de qué o de quién huís (con miedo a huir de vos mismo).
Y a veces corrés, corrés, corrés, con ganas de llegar primero.
¿Primero que quién? ¿Primero de qué?
Y te das cuenta que estás totalmente perdido.
Y seguís corriendo.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Amor bidet

Se lo dijeron una vez, y lo desmintió.
Se lo dijeron dos veces, y no lo creyó.
Se lo dijeron tres veces, y no lo escuchó.
Se lo dijeron cuatro veces.
Y cinco.
Y seis.
Y llegaron a superar las diez veces.
Diez pares de labios, diez personas distintas.
Amigas.
Amigos.
Y "otros".

Se lo dijo ella misma, y no se quiso creer.
Se lo repitió.
Y otra vez.

Miró lo poco que quedaba de todo lo que había querido, y se aferró con fuerzas a lo que creía la mejor opción. Hasta que se dio cuenta de que no sabía dónde estaba parada exactamente. El futuro era incierto, y al pasado no podía volver.

Y ahí entendió.

Y se tragó las lágrimas.

sábado, 19 de diciembre de 2009

¿Acaso está lloviendo también en tu ventana...?

La lluvia siempre me alteró, me entristeció, me enojó, me deprimió, me trastocó, me colapsó, me inundó, me ahogó, me irritó, me peleó, me ganó.

Y hoy hay truenos y relámpagos en mi corazón.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Pequeños desastres de la vida cotidiana

Cuando se quiso acordar, se le había pasado el arroz y en la cocina había olor a quemado. No se pasa, no se pega, no se tira. Pero en la cocina había olor a quemado. Tiró lo que quedaba en la olla (¿por qué es tan rico el olor a comida quemada?). Tiró lo que quedaba en la olla y la llenó de agua. Se quedó atónita mirando cómo se desprendían de a poquito pedacitos de arroz y de especias. Algunos salían en seguida, presurosos de escaparse de ese infierno. Otros se tomaban su tiempo, tímidos e inseguros ante un futuro incierto. Algunos arroces (los más osados) parecían disfrutar nadar en la olla, y jugaban a dos puntas entre la olla y el agua (los juegos a dos puntas pueden ser tan peligrosos). El agua corría. Tomó la olla y la vacío. Sacó con cuidado lo poco que quedaba dentro (cuidado con el teflón que se daña tan rápido). Sacó lo poco que quedaba y lavó la olla.

Contempló la olla vacía. El arroz tirado. El olor a quemado.
Y se dio cuenta de que era una absurda caricatura de su vida amorosa.

domingo, 13 de diciembre de 2009

«Los recuerdos son maravillosos sino tienes que afrontar el pasado».

A veces algunas frases le quedan dando vueltas y vueltas en la cabeza. En su mundo las cosas tienen un sabor distinto. Escribe sus recuerdos en un papel y los rompe, con la esperanza de que al romper el papel sus recuerdos se rompan con él. Pero los recuerdos siguen estando. Laten con fuerza en su cabeza, en su cuerpo, en su corazón. Y ahora (que aún no sabe dónde está parada) se da cuenta de que prefiere seguir caminando. O tal vez no lo prefiere, pero es la única opción que acepta. (Que el pasado se vuelva pasado).

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Buen dia

A veces se levanta con un dolor de cabeza que le llega hasta el dedo meñique del pie (nunca supo si le duele todo el cuerpo, o si realmente tiene la cabeza en los pies). Cierra los ojos fuerte y bebe un vaso de agua, dos vasos de agua, tres vasos de agua.. Abre los ojos. Una serie de recuerdos vienen a su mente (pasan casi atolondrados delante de sus pupilas, como si estirando la mano pudiera llegar a tocarlos). Pero no la estira. Bebe un cuarto vaso de agua. Comienza un nuevo día.

Prueba

¿Por qué cuando uno se cansa de callarse las cosas quiere volver a la catarsis cibernética?

Sólo hay que limpiar un poco los recuerdos (y los blogs tan olvidados) y volverse a encontrar.




(Espero que dure más que mis últimos intentos).